Cómo medir sus molduras decorativas antes de cortar
La instalación de las molduras decorativas requiere de tres pasos: medir, cortar y clavar. Medir las molduras es el más importante, de acuerdo con la mayoría de los instaladores. Aquí le mostramos cómo medir sus molduras decorativas antes de cortar.
La Regla de Oro del Carpintero, “Mida dos veces, corte solo una”, es de suma importancia para los trabajos con moldura decorativas. Sin embargo, tomar esas medidas en dos pasos ayudará a garantizar que usted tenga suficiente material – aunque no demasiado – para el proyecto.
Cuánto comprar
Antes de medir las paredes, localice los montantes con un detector de montantes y marque la pared como una guía para saber en dónde clavar. Use una cinta métrica para medir cada pared de esquina a esquina y obtener la cantidad de molduras que necesitará.
Muchos carpinteros sugieren redondear las medidas al siguiente pie. Por ejemplo, para una pared que mide 8 pies, 3 pulgadas, compre 9 pies de molduras.
Si la habitación tiene solo esquinas interiores, como las intersecciones de los cuatro lados del interior de una caja, sume las medidas de las cuatro paredes. Luego escoja molduras con longitudes con las que se sienta más cómodo trabajando.
Cuando mida las esquinas, calcule la longitud necesaria para cortar el lado más corto de la moldura. Para una esquina interior, la parte superior de la moldura será más corta, pero para una esquina exterior, la parte inferior será más corta.
Por lo general, las molduras vienen en longitudes de 8 pies, pero los aserraderos tienen longitudes de 10 o 12 pies. Algunas madererías le aconsejan a los contratistas que trabajen con piezas que sean tan largas como la pared porque eso reduce el número de uniones y ahorra tiempo de instalación.
Divida la medida total entre la longitud de la moldura. Aunque haya redondeado la medida, añada otro 10 por ciento al total para acomodar los cortes mal hechos. Ese será el número de molduras que necesitará para el proyecto.
Si la habitación tiene esquinas exteriores, como las esquinas en el exterior de una caja, contabilícelas. Mida el ancho de la moldura y multiplique ese número por el número de esquinas exteriores. Luego multiplique el resultado por dos. Eso es cuánto material extra necesitará para incluir esas esquinas.
Para medir sus molduras decorativas, algunos instaladores recomiendan calcular en pulgadas en vez de en pies lineales.
Cómo configurar cortes precisos
Una vez que tiene la moldura, mida las paredes nuevamente de esquina a esquina, pero esta vez con mucha mayor precisión. Luego, mida las piezas de moldura de tal forma que sus medidas equivalgan exactamente a las medidas de la longitud de la pared.
Existen diferentes herramientas de medición para hacer trabajos de alta precisión como este. Algunos profesionales usan cintas de medir y le piden a un compañero que los ayude a sostener un extremo o clavan un extremo a la pared. Pero otros prefieren usar la moldura misma como una herramienta de medición. Para hacerlo, la colocan plana contra la pared y marcan con un lápiz el lugar en la moldura donde se debe hacer el corte.
Otros usan un nivel o una escuadra de carpintero. Sin embargo, debe asegurarse de que el nivel no esté desalineado o de que la escuadra no esté doblada, lo que le dará medidas erróneas.
Cuando mida para instalar un guardasillas, cada pieza de moldura tiene que ser exactamente de la misma altura. Una herramienta de medición que funciona bien es la regla retractable hecha de una pieza de madera o moldura. Usando la regla como guía, marque la pared en varios lugares.
Para medir sus molduras decorativas, pruebe su herramienta de medición antes de confiar en ella para tomar las medidas. Sin importar qué herramienta funciona mejor, use la misma en todo el proyecto para que cada tabla y cada pared sean medidas de la misma forma.
Finalmente, haga una lista de cortes, un registro de las medidas de cada pared, de esquina a esquina, incluyendo notas sobre si la pieza terminará en una esquina interior o exterior, y si necesita un corte recto o angular.
– Por Sharon O’Malley