Cómo usar una fresadora
Una fresadora o rebajadora es una herramienta eléctrica que separa a un verdadero artesano de un simple cortador de madera. La razón por la que muchos contratistas evitan las fresadoras tiene que ver con el hecho de que su uso puede ser complicado, y usadas incorrectamente, pueden lesionar y cortar manos.
Para usar estas versátiles herramientas apropiadamente, primero tiene que entender su estructura y sus componentes básicos. Después, puede elegir entre diversos estilos y opciones que mejor se ajusten a las necesidades de su trabajo. Luego aprenda unas cuantas reglas de seguridad general y estará listo para comenzar a trabajar de manera eficiente y segura.
Estilos de fresadoras
Las fresadoras están disponibles básicamente en tres tamaños: recortadoras de laminado compactas (típicamente con motores con una clasificación menor a 1 hp), unidades de uso general de potencia mediana (1½ a 2 hp), y modelos de producción de uso pesado (2 hp en adelante). Las recortadoras de laminado pueden usarse fácilmente con una sola mano y algunas vienen con una variedad de bases intercambiables fijas o de inmersión. A pesar de su tamaño, pueden ser extremadamente útiles y versátiles para más que sólo recortar laminado. Si planear hacer mucho trabajo de fresado, o rebajar material grueso o maderas duras, ésta no es la fresadora para usted.
Las fresadoras de potencia mediana son las más reconocidas y vienen con una variedad de bases. La base fija es menos complicada que una base de inmersión y es por lo general más fácil de usar en conjunción con una mesa para fresadoras. La mayoría de estas fresadoras tienen dos mangos en forma de perilla de cada lado de la base para que el operador pueda sujetarla con ambas manos. La operación con una sola mano de las fresadoras en esta categoría sólo se recomienda en modelos que tengan un mango en forma de “D”. Las fresadoras de producción de uso pesado son muy similares a las fresadoras de potencia mediana, con la excepción de que sus motores son mucho más poderosos y están diseñados para un uso repetido y extendido en talleres profesionales de ebanistería y carpintería.
Características de las fresadoras
Los profesionales usan las fresadoras cuando desean obtener resultados limpios y profesionales al hacer mortajas para las bisagras, cortar encastres de dado para estantes, replicar perfiles de molduras difíciles de encontrar o crear molduras a la medida y trabajo de detalle en las molduras. La mayoría de las fresadoras cuentan con algún tipo de escala para configurar la profundidad, pero la precisión varía. Para estar seguro, confirme la profundidad del corte con una guía de profundidad que haya comprado por separado o practicando en una pieza de material sobrante.
Los mandriles (las fundas que sostienen el vástago de la broca de la fresadora, similares al portabrocas de un taladro) de la mayoría de las fresadoras pueden intercambiarse entre ¼ y ½ pulgada. Las recortadoras de laminado están casi siempre limitadas a portabrocas para fresadoras de ¼ de pulgada. Generalmente, entre más grande sea el portabrocas más limpio será el corte y tendrá menos vibración y menos marcas de ondulaciones.
Pocas son las operaciones con fresadora que hacen sin una guía, es decir, con una técnica de manos libres. Muchos trabajos de creación de bordes se hacen con brocas piloteadas que tienen una pequeña esfera en la parte inferior de la broca que rueda a lo largo del borde del material sin acabado como si fuera un escantillón. Las brocas con el piloto en la parte superior requieren de una plantilla sujetada a la parte superior de la pieza de trabajo. Aún así, otras operaciones con fresadora requieren del uso de collares guía o guías de borde. Muchos usuarios de fresadoras crean sus propias plantillas y guías a la medida, pero existe una variedad de productos no originales a su disposición.
[tip id=”9749″]Seguridad
La curva de aprendizaje para obtener resultados perfectos con una fresadora puede ser un poco grande para los principiantes. Afortunadamente, la curva de aprendizaje para operar la fresadora de manera segura no es muy grande, por lo que puede practicar muchas veces en piezas sobrantes de madera antes de intentar alterar una pieza de madera fina.
- Siempre use brocas afiladas. Las brocas sin filo pueden “atorarse” en la madera y torcer la fresadora hasta botarla de sus manos. Las brocas afiladas le darán los mejores cortes con menos queme y ondulaciones.
- Asegúrese de que la pieza de trabajo esté bien fija. Sujétela a una mesa o a los borriquetes con ayuda de abrazaderas de tal forma que permanezca plana y estable mientras la fresa.
- Sostenga firmemente el mango y asegúrese de que la broca no esté enganchada con la pieza de trabajo (o con cualquier otra cosa) antes de arrancar el motor.
- Alimente la broca de la fresadora de izquierda a derecha (o en el sentido opuesto a las manecillas del reloj si esta fresando alrededor de todo el perímetro de una pieza de trabajo) de tal forma que el borde de corte se encuentre con la madera primero.
- No empuje o fuerce la fresadora, permita que “se alimente a si misma” lentamente mientras usted la sostiene firmemente manteniendo el control de la herramienta.
- Desconecte la herramienta cuando haga ajustes o cambie las brocas.
- Espere a que la broca deje de girar antes de soltar la herramienta.
- Jamás abandone una fresadora sin haber ajustado firmemente una broca que haya acabado de insertar. La siguiente persona que la encienda puede no darse cuenta de que la broca no está ajustada y una broca que no está asegurada puede salir volando del mandril y causar mucho daño.
–Por Roberto Franco