Cómo usar el excedente de efectivo en su negocio de construcción
Una de las preguntas más frecuentes que recibe la contadora Sherly Ramírez, radicada en Orlando, de los pequeños contratistas de construcción que atiende últimamente es cómo debe invertir el excedente de efectivo en su negocio de construcción.
Con los bancos pagando menos de 3.0 por ciento en certificados de depósito de 24 meses y aproximadamente 2.25 por ciento en cuentas de ahorro, es fácil ver por qué es una pregunta tan común. Ojalá que existiera una sola respuesta a esta interrogante.
Antes de dar cualquier consejo sobre como usar el excedente de efectivo en su negocio de construcción, a Ramírez le gusta hacer algunas preguntas propias. Una de las primeras que hace es “¿Cuánto dinero ha depositado en su cuenta de ahorros?”
La regla del 70/30
Cuando se trata de gestionar finanzas, Ramírez aconseja a los clientes que sigan la regla del 70/30, que sugiere mantener sus gastos al 70 por ciento de sus ingresos para que pueda destinar el 30 por ciento restante a tres categorías: ahorros, inversiones y donaciones.
Para ilustrarlo con un ejemplo, pensemos en un dueño de una empresa unipersonal que gana $80,000 después de impuestos como carpintero y gasta $56,000 en gastos personales, incluyendo alquiler, alimentación, educación y entretenimiento de su familia. Supongamos que ha llegado al límite de sus contribuciones al IRA y destinó el primer tercio de su ingreso excedente para donaciones a sus organizaciones sin fines de lucro preferidas. Así, a nuestro próspero carpintero le restarían aproximadamente $16,000 para que los divida entre sus ahorros e inversiones.
Ahorros vs. inversiones
Seguramente se estará preguntando cuál es la diferencia entre ahorros e inversiones. Bueno, desde una perspectiva del planeador financiero, los ahorros se refieren al efectivo que puede usarse de inmediato sin ninguna multa ni restricción en caso de emergencia. Por otro lado, el objetivo principal de las inversiones es aumentar el patrimonio, los ingresos o ambos.
Ramírez aconseja a los clientes que pospongan destinar dinero a la categoría de inversiones hasta que hayan generado la cantidad suficiente de ahorros que les permitan pagar entre tres y seis meses de gastos. En el caso de nuestro carpintero, necesitaría tener entre $14,000 y $28,000 en ahorros.
Supongamos que nuestro carpintero ya llegó a un saldo de $12,000 en su cuenta de ahorros y no espera recibir ningún ingreso ni tener gastos nuevos durante el próximo año. La opción más prudente sería considerar tres escenarios.
En un escenario conservador, asignaría todos sus ingresos adicionales a la categoría de ahorros para garantizar que tiene reservados los seis meses de gastos completos. En el escenario menos conservador, tendría que depositar solamente $2,000 en ahorros e invertir el resto. O podría optar por la opción intermedia y destinar la mitad de sus ingresos excedentes a la categoría de ahorros y la otra mitad, a la parte de inversiones.
Categorías de inversión
Cuando haya definido y cumplido su meta de ahorros, el carpintero podrá empezar a evaluar qué inversiones se ajustan a sus necesidades y preferencias. Como una profesional que prepara muchas declaraciones fiscales, Ramírez considera útil clasificar estas inversiones de acuerdo con la clasificación de impuestos por tipo de ingreso del IRS. Estas son:
Ganancias de capital: Estos son ingresos generados a partir de actividades de compraventa y pueden incluir ganancias y pérdidas adquiridas por cambios de casa y apartamentos o comercialización de autos usados.
Ingreso por interés: Estos son ingresos generados por la inversión en deuda, que puede incluir bonos públicos, préstamos a parientes y clientes e inclusive préstamos a extraños mediante sitios de financiamiento colectivo o de crédito entre pares.
Ingreso residual: Se trata del ingreso generado a partir de trabajos previos. Puede incluir pagos de regalías por concepto de patentes, libros o cualquier otras comisiones y derechos de propiedad intelectual recibidos cada vez que se renueva por otro año una póliza de seguro de vida que se adquirió hace varias décadas.
Ingreso pasivo: Este es el ingreso generado por el simple hecho de ser propietario de algo, en lugar de generarlo por realizar un trabajo. Algunos ejemplos incluyen ingresos provenientes de cartera de inventario, arrendamiento o ingresos de sociedades limitadas y otras entidades intermediarias.
Antes de decidir qué tipos de ingresos se ajustan mejor a sus necesidades cuando se trata de usar el excedente de efectivo en su negocio de construcción , Ramírez insta a sus clientes a que respondan las siguientes preguntas:
¿Cuál es mi horizonte temporal? ¿Qué tan pronto llegaría a necesitar su dinero? Si todos sus vehículos personales y laborales están en buen estado, tiene al menos tres meses de gastos reservados en ahorros y no tiene previsto tener que pagar colegiatura universitaria ni compensación por divorcio, tal vez logre sobrevivir unos cuantos años. Si piensa que puede sobrevivir dos años y es un contratista de la industria de la construcción, considere mudarse de casa.
¿Cuál es mi costo de oportunidad? ¿Qué está sacrificando al no gastar su dinero de otra manera? Si cada dólar que invierte en la mercadotecnia de su negocio le brinda un retorno de $3.00 en ventas y $1.50 en ganancias, eso representa un retorno de 50 por ciento. ¿Realmente puede superar esa tasa de retorno? O tal vez se siente atrapado en su negocio y le gustaría llevar a su pareja a tomar unas vacaciones que son muy necesarias y que ha pospuesto en varias ocasiones.
¿Cuál es mi tolerancia al riesgo? ¿Qué tipo de retorno está buscando y cuánto dinero está dispuesto a perder si una inversión no da resultado?
“Siempre tendrá que asumir riesgos”, menciona Ramírez. “Así que es vital que investigue y evalúe los riesgos antes de invertir el excedente de efectivo en su negocio de construcción. Visualice un escenario positivo y uno que no lo sea tanto para que pueda tomar una decisión que sea tan realista como sea posible”.