¿Se siente atrapado en su propio negocio de construcción?
Si usted tiene su propio negocio de construcción, entonces es igual a muchos de los contratistas de reparaciones, mantenimiento y remodelación, ha invertido incontables horas durante varias semanas. Es probable que, en algún punto, se haya hecho algunas de las siguientes preguntas.
“¿Por qué lo hago?”
“¿Por qué estoy invirtiendo tanto tiempo en tareas que no disfruto y que me mantienen alejado de mi familia y amigos, así como otras actividades que me apasionan?”
“¿Por qué me siento como si estuviera atrapado?”
Los consultores que se especializan en ayudar a los contratistas grandes y pequeños dicen que han escuchado estas mismas palabras en más de una ocasión y creen saber a qué se debe. Se debe a que muchos contratistas residenciales inician sus negocios principalmente porque disfrutan de su oficio y, en segundo lugar, porque tienen una noción vaga de que trabajar por cuenta propia les dará más control sobre sus vidas.
Sin embargo, muy pocos de ellos realmente se toman el tiempo de analizar qué esperan hacer de su vida y cómo lograrán su cometido gracias a sus negocios, menciona Brian Kaskavalciyan, quien fundó y vendió un negocio de franquicia de reparadores y es el cofundador y estratega en jefe de mercadotecnia de gFour Marketing Group Inc. La empresa de Miami ofrece servicios de mercadotecnia de relaciones a contratistas de remodelación, mantenimiento y reparación de alto volumen para ayudarles a incrementar constantemente las ventas con sus clientes actuales.
“Hay ocasiones en que me pregunto: ¿Por qué rayos estoy haciendo esto?”, dijo Kaskavalciyan en un episodio de “The Wealthy Contractor”, un podcast del que él es conductor, el cual suele presentar entrevistas con líderes dentro de la industria. “¿Por qué tengo que pasar por esto? Tal vez sería mejor que buscara empleo. Pero la respuesta a esta pregunta siempre termina impulsándome hacia adelante. A final de cuentas, todo gira en torno a tener libertad”.
Siendo más específico, se trata de tener la libertad de escoger cómo invierte su tiempo, cuánto dinero gana y qué relaciones tiene, además de la libertad de seguir sus pasiones que van más allá del negocio. Además de sus tareas dentro de gFour y su podcast, Kaskavalciyan se ha dado el tiempo de escribir un libro acerca de tácticas de mercadotecnia al igual que de iniciar su carrera como conferencista motivacional.
Los consultores dicen que, puesto que muchos contratistas jamás dedican tiempo a dar respuesta a estas preguntas de forma tal que resulte significativo, desconocen cuánto dinero necesitan para tener la posibilidad de vivir la vida que quieren. Muchos de ellos no logran llevar un registro de las muchas horas que invierten en la gestión de sus negocios, lo que implica que las pasen por alto al momento de calcular y definir costos administrativos. De esta manera, en cada proyecto que proponen, ellos mismos inhiben su propia capacidad de cambio. Esto se traduce en que tengan la misma conversación decepcionante cada primavera cuando se reúnen con sus contadores para revisar sus declaraciones anuales.
“No debe esperar hasta que llegue abril, cuando su contador (también conocido como su “historiador”) le diga si ganó o perdió dinero”, menciona Shawn McCadden, un consultor que se enfoca en ayudar a los contratistas de remodelación a mejorar sus estimados de costos así como otras habilidades de negocios.
Para evitarse la decepción y ese sentimiento de zozobra por sentirse atrapado en su propio negocio de construcción, Kaskavalciyan menciona las siguientes recomendaciones:
Defina objetivos:
¿Cuánto quiere trabajar y cuánto dinero quiere ganar? ¿En qué tipo de casa quiere vivir? ¿Quiere ser dueño de un bote o una segunda casa? Decida qué quiere tener. Si puede cumplir con esas metas con un camión y un equipo de trabajo, es magnífico. Pero si quiere construir su propio negocio de construcción que genere cientos de miles o incluso millones de dólares al año y que funcione sin usted, siga leyendo.
Delegue:
Mida la forma en que invierte su tiempo y pregúntese lo siguiente: ¿Qué estoy haciendo como propietario que no debería estar haciendo? Delegue toda aquella tarea que alguien más pudiera realizar por $50 a $100 la hora, ventas incluidas. Si usted es la única persona de ventas dentro de su organización, nunca podrá sobrepasar los $2 millones anuales en ventas. La clave del éxito yace en aprender a sacarse el máximo provecho a usted mismo.
Invierta en sistemas:
Invierta una parte del tiempo que logró liberar mediante la delegación de actividades para crear sistemas que permitan que el negocio funcione sin usted. Estos podrán facilitarle la venta de franquicias o el mismo negocio.
Siéntase cómodo fuera de su zona de confort:
Reconozca que el cumplimiento de sus metas le exigirá aventurarse más allá de su zona de confort, y está bien porque eso significa que está creciendo.